…te piden un par de propuestas para ver si te contratan #
Nunca, pero nunca caigas en el truco del trabajo especulativo. Jamás comiences a trabajar si no tienes un contrato por escrito y sin pedir un adelanto. Recuérdale a tu cliente revisar tu portafolio para que corrobore tus habilidades desde antes de contratarte.
Siempre haz tu mejor esfuerzo, actúa como un profesional y procura conservar una buena relación con tus clientes. Pero si tu cliente parece no decidirse por lo que quiere, no tengas empacho en despedirlo y quedarte con el adelanto.
Recuerda: tu trabajo siempre debe ser pagado.
…te dicen “ …sabré lo que quiero cuando lo vea ” #
Como les expliqué antes, el comité seguramente no sabe lo que quiere y no tendrá ningún empacho en usarte a ti y a unos colegas para servirles de lluvia de ideas, para luego llevarselas a alguien que cobre más barato.
Ten mucho cuidado y nunca hagas nada sin tener bien clara y por escrito la descripción del proyecto. Antes de hacer nada, comenta lo que tienes en mente para resolver su proyecto para ver si están en el mismo canal.
Además, al cotizar no olvides aclarar cuantas propuestas y cuantas rondas de refinamiento incluye el precio. Menciona que todo trabajo no considerado en la cotización tiene un costo extra.
…cambia radicalmente sus decisiones. Otra vez. #
Ya conoces la historia: el jueves amaba el verde, ayer odiaba el verde y quería rosa pálido. Hoy ama el verde otra vez. Si tu cliente no es un comité, es un individuo enfermizamente indeciso. A veces funciona explicar el razonamiento detrás de cada razonamiento de diseño y comunicarle a tu cliente como es que éste le beneficia más allá de consideraciones estéticas. Por ejemplo:
— Lo que pasa Don David, es que el contenido secundario por lo general va a la derecha, asi le damós mas importancia a sus productos, lo que se traduce en más ventas.
Si nada funciona, el secreto está en protegerte y establecer con anticipación a partir de cuantos cambios vas a cobrar extra.