BlackBerry anunció ayer su esperada entrada al mercado de las tablets: la PlayBook, un bonito aparato que se asemeja a una iPad de 7 pulgadas. Respecto al aparato en sí no hay mucho más que decir porque nadie lo ha visto y publicar la aburrida lista de especificaciones que todos los blogs han copipegado me parece inutil.
El ángulo de esta historia que me interesa mucho ( y que por ende supongo que le interesa a mis lectores ) es el software que le da vida al aparato. Como bien se sabe, hoy en día parece que las appstores y las aplicaciones de tercero son una parte súper importante de lo que hace o deshace a una plataforma. Basta ver como, cada que tiene oportunidad, Steve Jobs presume la estratosférica cantidad de aplicaciones disponible para dispositivos con iOS.
Para desarrollar para el BB Tablet OS de la PlayBook, según el sitio oficial van a existir dos opciones: escribir aplicaciones HTML5 (más Javascript y CSS) sobre WebKit o escribir las aplicaciones con un SDK de Adobe basado en Flash y Air. Pausa dramática.
Vale la pena hacer un paréntesis para contemplar el largo camino que estas tecnologías han avanzado. Ambas tecnologías web. Una concebida para hacer pequeñas animaciones en un tiempo en el que el video en línea era impensable y la otra proveniente de un pequeño navegador libre
Como dije antes, creo que la batalla por ser la plataforma defacto del futuro está entre estas dos tecnologías. Hasta ahora, el consenso había sido que Flash es una tecnología del pasado y que no tiene lugar en la siguiente ola tecnológica. Los defensores y entusiastas de Adobe, por otro lado aseguran que Flash tiene mucho futuro y que en condiciones iguales es mucho más eficiente que cualquier cosa que HTML5 pueda hacer.
Cuando la PlayBook salga al mercado el próximo año podremos por primera vez comparar aplicaciones HTML5 y Flash en un dispositivo móvil, presumiblemente en las mismas condiciones.
¿Quién creen ustedes que va a ganar?