Desde antes que me dedicara profesionalmente (es decir, que alguien me pagara) a esto de diseñar cosas, yo ya estaba fascinado con el mundo del package design. En la universidad fue una de mis materias favoritas y probablemente para la única que hacía las tareas con gusto. Me encantan los empaques y me obsesionan las cajas, los suajes y las texturas del cartón. Aun así, estoy seguro que no soy el más raro de entre los diseñadores.
Uno de los grandes desafíos del packaging design es la necesidad de hacer un acto de balanceo entre dos requerimientos contrarios: por un lado hay que conservar una cierta familiaridad con el resto de productos en la misma categoría y por el otro hay que ser únicos y destacar entre los productos similares. En ninguna otra categoría m eparece éste acto de balanceo mas evidente que en el diseño de las cajas de cereal.
No soy un experto en la industria, ni siquiera un entusiasta de los cereales (para un servidor los cereales son postres, no desayunos. Los desayunos llevan tocino), pero creo que es seguro decir que la innovación en el mundo de los cereales es prácticamente nula. ¿Cómo pueden entonces diferenciarse los productos unos de otros cuando todos están compitiendo por atención en el estante del supermercado? ¡Pues con empaques más y más llamativos!
Esta mentalidad de competir en un estante por la atención del cliente se aplica también a otras industrias –Las portadas de los magazines o de los libros me vienen a la mente como otros ejemplos. Y parece ser que durante años la industria web ha seguido detrás de esta misma mentalidad. La labor del diseñador web se ha definido como la de quien viste las páginas de colores vistosos y las hace únicas y destacables para competir en un estante virtual.
Pero tal estante no existe. Lo que convierte a prospectos en clientes no es lo bonito o lo flashy del diseño de tu sitio sino una cantidad de otras cosas que rebasan el alcance de este post.
Los diseñadores debemos dejar de preocuparse menos y menos por los aspectos gráficos y más por diseñar experiencias, lo cual no se logra siendo el que viene al final del proceso a aplicar una capa de pintura sino por estar involucrado en cada fase del proceso de creación de un producto.
TL;DR: Nosotros diseñamos experiencias, no cajas de cereal.